Amusia Sensorial

La amusia sensorial es una condición en la que una persona no puede percibir sonidos, pero no es sorda ni tiene problemas de audición. Esta condición puede ser causada por diversos factores como el estrés, la fatiga, la falta de sueño o ciertas condiciones médicas.

Los síntomas de la amusia sensorial pueden incluir:

– Una persona no puede oír los sonidos que suele oír.
– Una persona puede oír sonidos, pero no puede identificarlos.
– La persona puede tener dificultades para identificar la fuente del sonido.

El tratamiento para la amusia sensorial puede incluir medicamentos, psicoterapia y otros tratamientos. Sin embargo, en la mayoría de los casos, la amusia sensorial es una afección temporal y desaparece por sí sola una vez que se elimina la causa.

Las causas de la amusia sensorial incluyen: estrés, fatiga, falta de sueño, determinadas enfermedades como la enfermedad de Alzheimer y otros deterioros cognitivos.

En general, la amusia sensorial puede ser una condición muy angustiosa que puede afectar la calidad de vida de una persona. Sin embargo, si esta afección se trata y diagnostica adecuadamente, la calidad de vida de las personas que padecen amusia sensorial puede mejorar significativamente.



La amusia, o sordera musical, es la incapacidad de reconocer e identificar sonidos como música, como el piano y otros instrumentos. Esta forma de sordera también se conoce como amutismo o sordera silenciosa.[1] Este es un tipo de alalia sensorial (alalia sensorimotora), que se diagnostica según la definición más reciente y más detallada desarrollada por la Asociación Internacional de Dispraxia. Es aplicable al análisis y evaluación de los déficits de comunicación en niños y adultos con diversos trastornos de la comunicación, incluida la parálisis del lenguaje expresivo (afasia) y la allalia sensoriomotora (mutismo).