Enfermedad adhesiva

La enfermedad adhesiva es un síndrome causado por adherencias: puentes fibrosos o de colágeno que aparecen en la zona extensora o en la pared abdominal. Las adherencias son el resultado de una lesión o cirugía y pueden provocar una obstrucción en el intestino.

Muchas personas que alguna vez han sufrido un proceso inflamatorio en la cavidad abdominal o una cirugía, por regla general, desarrollan adherencias en la cavidad abdominal. El síndrome se presenta con la aparición periódica de obstrucción intestinal, mientras que el paciente experimenta dolor en la parte inferior del abdomen y se acompaña de sensación de náuseas y heces blandas.

Las adherencias se forman como resultado del proceso inflamatorio. Enfermedades inflamatorias (apendicitis aguda, heridas infectadas de la región abdominal, inflamación asociada con la inflamación de la cavidad abdominal, enfermedades como fiebre tifoidea, neumonía), todo esto conduce a la aparición del síndrome adhesivo. Esto indica que la inflamación afecta el tejido circundante, complicando la recuperación posterior del cuerpo.

Síntomas de adherencias: * Dolor en la zona abdominal. La aparición de dolor en determinadas condiciones (al inclinarse hacia adelante, levantar objetos pesados ​​y otros movimientos que provocan tensión en el abdomen) aumenta con la tos y el esfuerzo. El dolor puede tener distintos grados de intensidad, pero suele ser constante. Puede producirse diarrea al tomar ciertos medicamentos. El dolor en el hipocondrio derecho puede indicar



La enfermedad adhesiva es un síndrome que se produce por la presencia de adherencias en el interior del peritoneo. Debido a las adherencias, los intestinos pierden su funcionalidad, lo que puede provocar diversos grados de obstrucción. Además de causar obstrucción, la enfermedad también puede provocar dolor, estreñimiento e hinchazón, así como inflamación intestinal.

Las adherencias se forman debido a diferentes respuestas biológicas a un evento inflamatorio que son desencadenadas por uno o más factores. Los desechos acumulados, las bacterias o las células rotas pueden alterar el tejido y provocar inflamación o cicatrización. Estos procesos pueden ocurrir desde membranas pequeñas hasta membranas enteras que bordean los órganos internos del cuerpo. Las células que secretan tejido cicatricial funcionan en ciclos continuos y, si no se eliminan, pueden crecer por todo el espacio alrededor de la cicatriz.

Cuando se producen cicatrices o desgarros del tejido alrededor de los órganos, puede deberse a causas infecciosas o procesales (incluidos traumatismos,