Protrusión occipital interna

La protuberancia occipital interna (protuberantia occipitalis interna, pna, bna, jna) es una formación no apareada ubicada en la superficie interna del hueso occipital. Se encuentra en la intersección de las líneas que conectan los bordes superior e inferior del agujero magno.

La protuberancia occipital interna tiene la forma de una elevación hemisférica de aproximadamente 1 cm de tamaño y sirve como punto de unión para la hoz superior del cerebelo. Además, en la protuberancia occipital interna hay una fosa para el seno sagital superior, en la que este último se divide en dos senos transversales.

Así, la protuberancia occipital interna juega un papel importante en la inserción del cerebelo y la división del seno sagital. Su daño puede provocar una disfunción del cerebelo y de la circulación venosa del cerebro.



La protuberancia occipital (interna del latín protuberantia - protuberancia, protus - avanzado; occipitale - occipital; interna - interna) es la protuberancia ósea interna de la bóveda craneal, ubicada en la zona del agujero magno, formada por el marginal inferior secciones del hueso basilar y de ambos huesos occipitales. La superficie interna de la protuberancia occipital, en contacto con las paredes de los grandes agujeros occipital y transversal, los limita desde el exterior. Las superficies de la protuberancia occipital de la parte convexa del sacro están directamente adyacentes a él en el frente y forman una protuberancia del hueso sacro, cuya superficie también tiene una forma triangular. En otras palabras, la protuberancia occipital se forma conectando los huesos basilar, occipital, frente, esfenoides y temporal del cráneo. A través del agujero magno pasa el canal espinal, y la duramadre recorre su fondo. Los procesos esfenooccipital (hay ocho) se extienden desde la base de la cresta del hueso occipital y conectan el arco cigomático con los dos huesos occipital y parietal.

Continuación: El proceso de desarrollo de la protuberancia interna occipital es una parte indirecta del esqueleto craneal. La parte exterior de esta proyección está representada por una base rostral ancha y un borde engrosado que rodea el agujero magno (en lugar del agujero braquiocefálico). La aparición de la protuberancia occipital en los primates superiores provocó una disminución de la fuerza del cráneo en esta zona, lo que aumentó la carga sobre la articulación esfenohioidea, pero contribuyó a un aumento de la movilidad de la cabeza en estos animales. Esta protuberancia está formada por la adhesión de los bordes de los arcos del occipital mayor (y en relación a los chimpancés, el braquicéfalo) y el agujero magno y el borde superior de la protuberancia occipital, así como de los huesos de la base del cráneo. , como en los mamíferos. La historia evolutiva de la protuberancia nucal aún no está clara. Probablemente surgió en primates como resultado de la influencia del arco óseo occipital en desarrollo y del arco interno.