Crisis Cerebral Secundaria

La crisis cerebral secundaria (s. cerebralis secundaria; sinónimo de crisis visceral-cerebral) es un trastorno agudo de la circulación cerebral que se desarrolla como una complicación de insuficiencia cardíaca o pulmonar, daño infeccioso o tóxico grave al hígado, los riñones y otros órganos.

La causa de la crisis cerebral secundaria es una fuerte disminución de la presión de perfusión debido a insuficiencia cardíaca o respiratoria aguda, que conduce a isquemia cerebral. Se manifiesta clínicamente por deterioro agudo de la conciencia, agitación o depresión del sistema nervioso central.

El diagnóstico se basa en la identificación de la enfermedad primaria que provocó la crisis cerebral. El tratamiento tiene como objetivo eliminar la causa de la disminución del flujo sanguíneo cerebral y restaurar el funcionamiento normal de órganos y sistemas vitales. Con tratamiento oportuno, el pronóstico es favorable.



La crisis cerebroespinal es una condición que se presenta en una persona cuando su cerebro es incapaz de procesar la información correctamente, lo que puede provocar diversos problemas como mareos, dolor de cabeza, pérdida del conocimiento, debilidad, etc. Las causas del creso cerebrocelecular pueden ser muy diversas: desde mala alimentación, fatiga física o estrés hasta problemas circulatorios o infecciones. Si observa signos de una crisis cerebromascular, no debe ignorar esta situación, ya que si se descuida puede convertirse en una enfermedad más grave.



Crisis cerebroviso-ragienética secundaria: “KrH32 B— [Krizoftalis s. cerebralisnterictalis, sig. krisoicreticus], corresponde al desarrollo de congestión en las meninges y médula debido a enfermedades de los órganos internos (por ejemplo, cirrosis hepática, hipertensión, etc. ), que a menudo se desarrolla en pacientes con reumatismo muchos años después de sufrir carditis reumática. Esto explica el antiguo nombre de este tipo de síndrome ceridoémico: crisis ceridoencefalomágica visceral-xelótica. Sin embargo, este nombre es inexacto, ya que junto con los fenómenos de daño Además de las meninges, el cerebro también participa en el proceso patológico de los vasos, la sustancia blanca de los hemisferios cerebrales. En lugar del término "crisis de keridencefalomielitis visceral", que tiene un significado más limitado, N. K. Bogolepov propuso un nombre más correcto: crisis de keridoencefalomielitis cericoencefalosarculohiperton. , y luego “crisis queridoencefálica secundaria” o “crisis ceridoencefálica de tipo secundario”. Sin embargo, con un estudio más profundo de los procesos metabólicos en el cerebro, cuyos resultados se obtuvieron en el Departamento de Patología Vascular del Sistema Nervioso de la Academia de Ciencias Médicas de la URSS bajo la dirección del destacado neuropatólogo V.N. Shatkov, resultó "En la aparición de trastornos cerebrovasculares, un papel importante corresponde al daño tóxico directo al propio sistema nervioso, a las células y a sus procesos como resultado de trastornos metabólicos agudos o crisis metabólicas".



La crisis cerebral secundaria es un problema médico grave que puede provocar complicaciones graves para la salud de una persona. Este tipo de crisis se refiere a uno de los tipos de crisis que pueden desarrollarse en personas con determinadas enfermedades o afecciones.

La crisis cerebral secundaria es una afección que comienza con dolor de cabeza intenso, debilidad y náuseas, pero puede progresar a síntomas más graves, como confusión y pérdida de memoria. Con esta afección, una persona puede experimentar incapacidad para pensar con claridad y dificultad para percibir el mundo que la rodea.

Aunque mucha gente se refiere a esta situación de crisis como "secundaria cerebral", también existe un nombre oficial para esta condición: crisis visceral - cerebral, que viene en primer lugar.

La causa de la crisis cerebrovascular secundaria es un estrés excesivo en el cuerpo o una actividad física intensa. Una razón adicional para el desarrollo de tal crisis son también los cambios repentinos en las condiciones climáticas.

El tratamiento para este tipo de crisis cerebral secundaria implica el uso de medicamentos y agentes que reducen la presión dentro de los vasos sanguíneos. El médico también puede sugerir hospitalización para determinar la intensidad de las alteraciones de la actividad cerebral.

Debido a que una crisis cerebral secundaria es una condición crítica, si se detecta, llame a un médico o una ambulancia. Si tiene alguno de los síntomas anteriores, ¡consulte a su médico lo antes posible!