Fotocistoscopio

Un fotocitoscopio es un dispositivo médico diseñado para diagnosticar enfermedades del sistema urinario humano. Fue inventado en la primera mitad del siglo XX y ahora se utiliza en los departamentos de urología.

Un fotocitoscopio ayuda al médico a examinar en detalle el estado de la vejiga, la uretra y los canales urinarios. Habitualmente el procedimiento no lleva mucho tiempo y es indoloro para el paciente, ya que no requiere el uso de anestesia ni sedación.

Gracias a tecnologías avanzadas y materiales modernos, el dispositivo garantiza precisión y eficiencia en el diagnóstico y un alto grado de seguridad del paciente.

Con un citoscopio, el paciente puede ver su uretra dilatada y asegurarse de que no haya grietas, úlceras, tumores u otros cambios en los canales urinarios. El médico, a su vez, podrá examinar todas estas estructuras y evaluar su estado.

A menudo, el paciente no sabe que la ecografía del uréter es un procedimiento muy doloroso y desagradable. Está seguro de que cuando le ofrezcan realizar esta investigación utilizando un método de diagnóstico como el fotocitoscopio, sólo sentirá destellos brillantes y eso es todo. Esto es cierto, pero el médico recibirá más información sobre el estado del sistema genitourinario masculino en su conjunto. Además, la fotocistoscopia se realiza principalmente en cirugía pediátrica, por lo que las molestias experimentadas durante el procedimiento están justificadas.

En cuanto a las contraindicaciones para el examen fotocistoscópico, no existen. Además, este estudio se puede realizar en pacientes de cualquier edad, pero en cualquier caso es mejor consultar primero a un médico.