Psicopatología

La psicopatía (es decir, "sin alma", donde el alma es un sentimiento de la propia dignidad humana, un sentido del significado y el valor de la propia personalidad, así como su vulnerabilidad y sufrimiento) se manifiesta en una persona en un complejo de rasgos de carácter, que a su vez componen la “tríada de Kernighan”: estado de ánimo superficial e inestable, comportamiento hipersocial (la tendencia a actuar de tal manera que sus acciones generen la aprobación de los demás), pensamiento (mentiras persistentes, una pronunciada falta de culpa y cinismo), que conduce a la inadaptación social (“comportamiento adaptativo hostil hacia la sociedad y hacia otros, su pueblo”). Una personalidad psicopática tiene signos patocaracterológicos característicos que se encuentran: - en aquellas personas que tienen una predisposición congénita a este tipo; - este tipo se manifiesta inicialmente como una variante extrema de la norma; - surgen inmediatamente después del nacimiento y posteriormente se forman bajo la influencia de mecanismos de descomposición biológica y social (social) del comportamiento. En otras palabras, la sociedad influye en el desarrollo del individuo como portador de ciertos estados mentales y modos de comportamiento típicos, es decir, cualidades que se manifiestan en el contexto de motivos y metas que se forman a medida que el individuo crece. El entorno social (la vida de la sociedad) forma las propiedades naturales del individuo determinadas genéticamente y al mismo tiempo determina todo el conjunto de fenómenos mentales, incluido el carácter. Como resultado, existe una influencia mutua del proceso de socialización (la formación de la estructura y propiedades personales en