Barro galvánico

La suciedad galvánica son depósitos que consisten en incrustaciones, depósitos oxidados, obstrucciones, incrustaciones y otras impurezas que se forman como resultado de la corrosión electroquímica de metales en soluciones acuosas de electrolitos al pasar una corriente eléctrica de suficiente densidad. Si no hay diferencia en el valor del potencial electroquímico, entonces se puede observar la electrólisis del agua bajo la influencia de una corriente continua en una atmósfera de aire en vapor galvánico. La corrosión galvánica es un proceso de electrocorrosión que ocurre cuando se cierra un circuito de energía que contiene tres electrodos metálicos: un cátodo, un ánodo y un electrolito. La velocidad del proceso aumenta significativamente si existe un contacto eléctrico en el punto de contacto de dos metales diferentes y si existen condiciones para la eliminación de los productos de corrosión, lo que permite considerar este proceso como electroquímico. La fuerte influencia mutua de los materiales en la velocidad del proceso está determinada no sólo por la interacción de las capas electrónicas del disolvente y el material, sino también por la formación, funcionamiento y división de los átomos de las soluciones electrolíticas en la interfaz. El valor de voltaje al que comienza el proceso de electrólisis del agua se denomina potencial de descomposición del agua a una temperatura determinada. La mayoría de los procesos metalúrgicos requieren dos pares de electrodos: un par de ánodo y un par de cátodo. El ánodo es un electrodo que cumple la función de suministrar al elemento corriente eléctrica desde una fuente externa. Un cátodo es un electrodo que recibe electrones de una descarga llamada cátodo, los cuales se forman por el voltaje entre los electrodos. Durante el baño electrolítico galvánico se produce corrosión electroquímica del material. En la producción electrolítica de células galvánicas o en la galvanoplastia de alto rendimiento con