Células de ortiga

Las células de ortiga son células que viven en el cuerpo de la hidra (molusco, reino animal). Son similares a las células urticantes (células de cangrejo) pero tienen funciones diferentes. El nombre de "células de ortiga" se debe a su capacidad, en caso de peligro, de secretar un veneno punzante que puede dañar a los animales o plantas circundantes.

El núcleo de las células de ortiga contiene un núcleo cromosómico al que están unidos todos los orgánulos y ribosomas. El ADN (ácido desoxirribonucleico) dentro del núcleo celular es responsable de la división, el crecimiento y el desarrollo celular.

Cuando la superficie celular se ve amenazada, las células de la ortiga liberan su contenido al espacio circundante, lo que irrita a la víctima y la obliga a escapar. Así, gracias a su capacidad de secretar ácidos, almidón y proteínas, las células de la ortiga permiten a los animales protegerse de los depredadores. Este proceso ayuda a que las células de hidrina sobrevivan y los organismos eviten daños.



Las células de ortiga son las células de la glándula urticante de la ortiga. Estos son pelos verdes discretos que se secretan para protegerse contra posibles depredadores. Se pueden encontrar tanto en los extremos de los tallos como en las hojas de la planta.

La glándula urticante parece una pequeña burbuja debajo de la piel de la planta. Contiene el aparato urticante en forma de una serie de células que tienen una forma alargada. La longitud de estas células alcanza los 5 mm. Las células están abundantemente cubiertas de pelos urticantes, que tienen escamas especiales diseñadas para capturar a la víctima. Tienen la capacidad de cargarse con un pulso que se produce cuando actúan campos electromagnéticos sobre la planta. Al mismo tiempo, la presión en la célula aumenta y el pelo urticante