Partenogénesis

Partenogénesis: historia del descubrimiento, aplicación en biología.

**La partenogénesis** es un proceso en el que no se requiere reproducción sexual para reproducir descendencia y el organismo se desarrolla sin la participación de células germinales. Este fenómeno está muy extendido en la naturaleza, por ejemplo, en las abejas y las hormigas, los machos no son necesarios para la reproducción de la reina y todos los panales se llenan inmediatamente con abejas obreras. Aun así, la evolución naturalmente adapta y cambia los organismos. La comunidad científica ha observado de cerca al hombre y sus genes, lo que ha llevado al descubrimiento de otras posibilidades para mejorar el sistema biológico. Uno de estos avances científicos se produjo en el siglo XX, cuando



La partenogénesis es el proceso de autofecundación en el que aparece una nueva generación sin que el óvulo sea fecundado por un espermatozoide. Este proceso es común en algunas especies de insectos, peces, anfibios, reptiles y animales con huevos sin capa protectora o con una capa exterior muy fina. Los animales que pueden tener ambos tipos de reproducción incluyen mamíferos y algunos invertebrados. Algunas estrellas de mar también son capaces de realizar partenogénesis.

Además, la partenogénesis puede ser temporal o heredada de los padres. La autofecundación se observó por primera vez en Hydra intestinalis, que tiene la capacidad genética de regenerar sus células sin producir óvulos; este proceso está ampliamente estudiado y puede servir como ejemplo de cómo los cambios genéticos pueden conducir a cambios evolutivos en las especies.

La partenogénesis en humanos es un fenómeno extremadamente raro; se ha descrito en la literatura científica sólo unas pocas veces. Esto se debe al hecho de que el cuerpo humano tiene mecanismos complejos para regular los procesos vitales, incluidos mecanismos para regular la actividad genética de las células. Sin embargo, se ha observado que en el 36% de las mujeres, ciertos genes tienen una alta tasa de producción que puede conducir a la autofecundación. Factores ambientales como las radiaciones ionizantes y