Asfixia

Se pueden denominar asfixia diversas situaciones en las que existe una falta temporal o permanente de oxígeno en el cuerpo. Si una persona o un animal no se libera a tiempo de la asfixia, puede morir por falta de aire para respirar o por insuficiencia cardíaca como consecuencia de la asfixia.

Las causas incluyen ahorcamiento, obstrucción de las vías respiratorias con las manos, picaduras de insectos (escarabajos peloteros, abejas o avispas), riesgos domésticos y laborales, situaciones delictivas (asesinato, violación, acoso escolar) y ahogamiento.

Primero aparecen sensaciones dolorosas en la garganta, sequedad y amargura en la boca. La persona experimenta una fuerte sensación de dificultad para respirar, tos y taquicardia. El estrés severo puede ser una gran carga para el corazón. A menudo, es posible que se presente enrojecimiento de la cara o voz ronca; estos son síntomas de asfixia incipiente durante situaciones estresantes o estrés psicológico.

El paciente siente una sensación de opresión y opresión en la garganta. De repente se producen alucinaciones visuales y auditivas y ganas frecuentes de orinar. Algunas personas se desmayan. A veces se producen náuseas y vómitos. El paciente desarrolla inquietud y ansiedad. Los ojos se dilatan, las pupilas se estrechan tanto como sea posible, la respiración se vuelve ruidosa y el pulso aumenta.

Debido a la reducción del suministro de oxígeno al cerebro, graves